Se salvan los arqueros

Todo pasa y todo termina, diría una de las canciones de Diego Torres y la carrera de un fenómeno se terminaba cuando en un comunicado oficial, Gabriel Batistuta decía adiós a su profesión. El mundo impactaba y el ídolo daba el portazo final a una carrera brillante.
A los 36 años, se dio el gusto de jugar sus últimas fichas en el fútbol de Qatar y a pesar de ser muy inferior a las grandes potencias, siguió con su sello y anotó nada menos que 26 goles en 23 partidos. Fue su mejor marca personal y lo que más valoró de ese país fue disfrutar realmente de su profesión y no sentir el rigor de la prensa.
Durante toda su carrera disputó 631 partidos y marcó 355, comenzó jugando en Newell´s Old Boys de Rosario, cuna de varios grandes ( han pasado también por este club Maradona y Ortega ), luego tuvo un paso fugaz por River Plate, en donde no pudo lucir su juego y la suerte lo llevó a cambiarse de vereda. Boca lo cobijaría y lo tomaría como su hijo prodigio. Su potencia y velocidad brillarían en el club de la Ribera para luego marcharse a Europa. Allí lo esperada la Fiorentina de Italia y su rendimiento sería extraordinario, disputaría 332 partidos y convertiría 207 goles. Ganaría dos títulos: Copa Italia y Supercopa Italiana y terminaría como uno de los máximos ídolos de esa institución.
Luego pasarían Roma, Inter y Finalmente el Arabi de Qatar en donde disputó sus últimos encuentros. A nivel Selección Nacional ha dejado su marca, ya que es el máximo goleador histórico de la Albiceleste. Anotó 56 goles en 78 partidos, ganó dos Copas América y además disputó 3 mundiales. Sin dudas que la cuota pendiente de Gabriel Batistuta fue ganar un Mundial, pero el destino quiso que fuera así. Las chances estuvieron, pero las circunstancias de la vida hicieron que el Rey León no se quede con la presa que más deseaba.
Ahora anhela más que nunca despedirse en la Bombonera y vistiendo la camiseta Argentina. También lo llaman de Florencia para retirarse allí. De Rosario han levantado el teléfono y le han rogado que diga adiós en esa Ciudad. El hincha ya lo empieza a extrañar, ya no se va a escuchar desde la tribuna ?bati, bati?, la pelota ya no siente sus caricias y la red no se va a sentir maltratada por sus potentes pelotazos.
El mundo entero espera ansioso que el ?Batigol? vuelva a vestir una camiseta, que sea cualquiera, pero que se ponga una, por que el fútbol necesita volver a disfrutar por un instante de un grande de verdad.

GOLEADOR HISTORICO: En la Selección convirtió 56 goles en 78 partidos y ganó dos Copas América: la de 1991 y la de 1993 (foto). Además jugó tres Mundiales.
FUEGO VIOLETA En la Fiorentina fue donde más jugó: 332 partidos (1991 a 2000). Convirtió 207 goles y ganó dos títulos: Copa Italia 95-96 y Supercopa Italiana 96.
EMPERADOR DE ROMA Allí completó sus 10 títulos, al ganar la Liga Italiana (2000/01) y la Supercopa Italiana (2001). Luego tuvo un paso fugaz por el Inter.
EL ULTIMO GRITO Contra Nigeria, en el debut del Mundial 2002, Bati metió su gol 56 para la Selección. Su promedio celeste y blanco es 0,72 por partido.
UN FINAL EXOTICO En 2003 sorprendió a todos yendo al Al Arabi de Qatar, donde logró el mejor promedio de gol: 1,13 por encuentro. Fue su último equipo.

El comunicado oficial de Bati
Doha, 13 de marzo de 2005

Por este medio informo oficialmente mi retiro definitivo como futbolista profesional. Agradezco a todos los que me ayudaron durante mi carrera. En primer lugar, a mi familia. Luego, a los hinchas, dirigentes, árbitros, empresarios, técnicos, periodistas y a mis colegas futbolistas. Gracias a los clubes argentinos e italianos donde jugué. Y, especialmente, a todos aquellos que hicieron posible formar parte del seleccionado argentino.
A partir de ahora, mi continuidad en el fútbol será seguramente desde otro lugar. Rescindimos de común acuerdo con el club Al Arabi mi último contrato como jugador y a partir de ahora continuaré mis compromisos contractuales, publicitarios, empresariales y finalizaré los estudios a distancia para recibirme de técnico.